viernes, 31 de diciembre de 2010

Cristóbal Colón 2.0

El año 2011 se antoja muy interesante on line. Después del asalto perdido por la ministra González-Sinde, es muy probable que el Gobierno vuelva a la carga con la ley de propiedad intelectual. A pesar de que los artistas tienen todo el derecho del mundo a reclamar lo que es suyo, los numeritos de la SGAE y del sector Sinde dejan en evidencia que las circunstancias les superan. Pero vayamos por partes...

1. ¿Hay que perseguir la piratería?

Rotundamente sí. Lucrarse de forma ilegal por el trabajo de otros debe ser perseguido y penado. No puede ser, por ejemplo, que Harry Potter ya estuviera disponible (parcialmente) online antes de que se estrenara.


Sin embargo, ¿qué es piratería? De la respuesta que se dé a esta pregunta depende todo. La campaña de ciberprotesta contra el Gobierno no fue para salvar a los top manta.


2. Legalidad 2.0

Según los expertísimos de la SGAE y del Ministerio, si yo presto un CD de música a otra persona no hago anda ilegal. Sin embargo, si ese proceso se produce a través de internet, sí lo es. Algo falla.
El gran quid de la cuestión está, por tanto, en el p2p (person to person). ¿Hay que perseguir que una persona me pase una película que ésta tiene? En mi opinión, no debe serlo. Por motivos muy sencillos.
En primer lugar, porque es imposible de regular. Sin ir más lejos: un usuario de tres al cuarto sabe que en youtube puede encontrar todas las canciones que quiera. Si dispone de internet, por tanto, puede escuchar música gratis como y cuando quiera. De la misma forma, no pocos saben que descargar vídeos de youtube es una tarea bastante sencilla. Por tanto, se puede dar la paradoja que se corte el intercambio de archivos de usuario a usuario y, sin embargo, se permita la descarga masiva de archivos desde youtube.
En segundo lugar, porque supone no entender qué es internet. Desde su nacimiento, ha supuesto una gran revolución, todos lo sabemos. Pero, a mi entender, el cambio más radical es la democratización del conocimiento. Ahí va otro ejemplo:




Wikipedia vs. Encarta
Microsoft ideó en el año 93 un proyecto faraónico: la mayor enciclopedia del mundo, Encarta. El plan del señor Gates era reunir a los mayores expertos del mundo en cada materia para poder reunirlo en una enciclopedia, que más tarde se convirtió en la MSN Encarta, que se actualizaría online.
En el año 2001, surgió el antecedente de la Wikipedia, la Nupedia. La idea de los fundadores fue crear una enciclopedia escrita por usuarios que se prestarian gratuitamente a compartir su conocimiento.
En 2009 la lógica tradicional cedió a la realidad. Microsoft cerró el proyecto y se confirmó el triunfo de un proyecto casi surrealista fuera de la red. Sin embargo, la colaboración, el sentido de equipo y la gratuidad han alimentado desde el principio la Wikipedia.
La Wikipedia es un ejemplo más de lo que sucede online. Los usuarios comparten sus ideas a través de foros, blogs, redes sociales, portales como youtube... La red se ha convertido en la biblioteca pública multimedia de la Humanidad. Por ese motivo el usuario no entiende que se le pida pagar si no hay un gran motivo detrás. Facebook, la wikipedia, skype o youtube son gratis.

3. ¿Es el fin del arte?
No. Es su democratización. Por un lado, termina con la imposición de producciones que no interesan a nadie. Las obras que triunfan son las que gustan, y no las que tienen mayor presupuesto. El éxito de una canción, película o libro depende sólo de su éxito entre los usuarios y de las recomendaciones que reciba.
El arte se convierte en algo abierto. En un entorno en el que todo el mundo parte en igualdad de condiciones y no existen las barreras de entrada, triunfa el que tiene mejor calidad.
4. ¿Es el fin del arte / innovación retribuida?

Tampoco. Por un lado, la gran batalla online está en la atención del usuario. Todo el mundo lucha por mantener al usuario en su portal y el éxito depende de eso. Así, la atención ya es una retribución.
Por otro lado, la retribución tradicional ($) no desaparece. Sencillamente, hay que buscarla. Todavía es difícil de encontrar en ciertos entornos, pero se antojan soluciones.
Spotify, es un gran ejemplo. Es la prueba de que los usuarios prefieren pagar antes que descargar si el producto es de calidad y el precio es terrestre. También lo son los contenidos premium de ciertos portales, como los periódicos. La proliferación de los usuarios que usan este producto significará el éxito de un nuevo modelo de negocio, adaptado a la realidad de internet.
Avatar, éxito histórico en taquilla, también es la prueba de que la calidad se paga.

5. Conclusión

La crisis que vivimos no es más que la crisis que viven las clases dominantes durante una revolución. No la comprenden, la infravaloran y, cuando ya se vuelve una realidad, tratan de someterla.
Internet, la nueva herramienta de control de poder y de compartir conocimiento, ya es una realidad. Ha cambiado la mentalidad de toda una generación y la población, a medida que explora y aprovecha las posibilidades que la 2.0 nos brinda, se vuelve cada vez más interactiva.

Por tanto, ha llegado el momento de los conquistadores. La web no es la tumba de la innovación, es el nuevo mundo para el negocio.




No hay comentarios:

Publicar un comentario