miércoles, 6 de enero de 2010

Nada nuevo bajo el sol...





Hoy he comido con mi abuela. En las conversaciones típicas de sobremesa ha salido un tema que ha sacudido el panorama político esta temporada: la corrupción. La sentencia de mi abuela, que vive en uno de los municipios afectados por este escándalo, me parece muy elocuente.
"Mira - me decía -, corrupción ha habido siempre. Sin embargo, hasta ahora no había salido a la luz". Yo he empezado a armar la típica respuesta sobre la necesidad de "destruir para poder reconstruir algo mejor" (es decir, que me parece genial que salte a la luz), cuando ella me ha descolocado por completo al decir que no cree conveniente que se esté descubriendo. Su explicación me ha dejado pasmado: "cuando vemos todo lo que han estado haciendo los políticos, los mayores nos desesperamos porque vemos que todo lo que hemos hecho para reconstruir este país se lo están cargando ellos y vosotros, los jóvenes, perdéis la fe en la política y su funcionamiento".

Sigo sin estar de acuerdo con la opinión de mi abuela - sobre si se debe hacer públicos o no los escándalos de corrupción -, pero el análisis me parece acertadísimo. No sé, a veces pensamos que hace falta consultar a un experto en sociología para conocer el impacto de acontecimientos como estos.Para mí ha sido toda una lección recibirlo de una persona humilde como mi abuela en el momento menos esperado.

1 comentario:

  1. Yago, la verdad es que el análisis de tu abuela me parece muy interesante y original. Si te digo la verdad, en ocasiones preferiría esa opción, que no salga a la luz, ya que cuando se saca algún tema este tiene efectos positivos y negativos. Positivos porque inmediatamente se puede solucionar el problema, pero también negativos por la mala imagen y la falta de fe que eso conlleva.
    Esto me recuerda a unos debates que en ocasiones surgen acerca sobre si los políticos deben decir la verdad siempre bajo cualquier excepción. Yo creo, en este caso, que a veces es bueno callarse, y me explico. Si un buen gobernante dice la verdad siempre, puede dar una mala imagen por un acto realizado, favoreciendo los argumentos del político malo que intenta arrebatarte el puesto. En esta ocasión es mejor callarse y dejarlo pasar porque, aunque no has dicho la verdad, luego las consecuencias son negativas. Eso creo yo que es lo que trata de defender tu abuela, que aunque la corrupción es un hecho innegablemente malo, sacarlo a la luz puede provocar reacciones negativas. En este caso, estoy con tu abuela, hay que ser cautos a la hora de sacar a la luz determinados temas.
    Un abrazo.

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