lunes, 26 de abril de 2010

OMU: Organización de las Mentiras Unidas

















No sé cómo escribir esta entrada. He visto el documental "Las Habitaciones de la muerte", un documental sobre la situación de los orfanatos en China, grabado en 1995. Las imágenes me han hecho pensar en el holocausto judío. Qué lejos queda aquello, ¿verdad?
El documental te parte el alma, es escalofriante. Muestra la situación de los orfanatos chinos (¿de entonces?), en los que los pobres niños son abandonados a su suerte, sobre todo las niñas. La situación es tan grave que hasta una infancia sumida en la inopia, en la vergüenza y el olvido sería mejor que lo que les toca vivir a los chicos del documental. Atados a sus sillas, sin nadie que les cuide, les mime o les atienda por lo menos, los niños pasan los días balanceándose de delante a atrás, delante-atrás, delante... Es inhumano. Y esa es la idílica situación de los que sobreviven (o mejor dicho, de los que no son abandonados en un cuarto hasta que mueren).

Desgraciadamente, lo peor no es que se permita esto desde la autoridad civil, sino que se fomenta. Todos saben que el despegue económico de China parte de la (nula) consideración que tienen de los derechos humanos y de los derechos de los trabajadores (sí, es más que eso, pero el progreso chino descansa en los lomos de millones de trabajadores). A eso hay que añadir el orgullo del genocidio de los más inocentes. Hay que controlar la población.

Sin embargo, no sé quién se lleva la palma. La política china viene avalada, incentivada y recomendada por los señores expertos de las Naciones Unidas. Expertos en hipocresía y marketing, burocratización de la injusticia y paripés varios. Estos señores destinaron millones de dólares para "ayudar" a China a cumplir con los planes demográficos establecidos. Gran política, sí señor.








Nunca olvidaré la visita guiada que hice hace dos veranos a las Naciones Unidas. Tuvimos la suerte de poder escuchar a una guía convencida del trabajo que hacía. Tras un gran discurso sobre los crímenes de Hitler, Saddam Hussein y personajes por el estilo y hacer un poco de apostolado onuniesco, nos abroncó por preguntarle por los Derechos Humanos en China (miembro permanente del Consejo de Seguridad). No teníamos "voluntad de entendimiento" y cosas por el estilo. Supongo que hay que tener otra perspectiva en esta vida.

Desgraciadamente, uno no tiene esta perspectiva. Y espero no tenerla nunca. Incluso dentro del incoloro manual de buena persona establecido por el consenso de la política profesional de todo el mundo, lo que hace la "República" "Popular" China es criminal. Y siento mucho lo que voy a decir, de verdad que lo siento en el alma, pero no puedo evitar decirlo: son unos hijos de puta. Y odio haber marcado mi blog con esta mancha, pero mi mancha no es de sangre.


3 comentarios:

  1. ¿Se te ocurre algo que ayude a mejorar la situación?

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  2. En esta vida hay que ser valientes. Como se suele decir, lo propio de quien ostenta el poder es actuar, y eso siempre genera conflictos. Por tanto, hay que estar preparados para aguantarlos.

    No se puede permitir que un país progrese basándose en la desgracia de muchos para el disfrute de unos pocos. Es normal que haya desequilibrios entre la población, pero no es normal que para un país sus habitantes sean herramientas de producción o simplemente cifras.

    Si realmente la ONU quiere convertirse en una defensora de los derechos humanos y tener potestad y credibilidad para valorar los males ajenos, lo primero que debería hacer sería actuar en casa echando a China del selecto grupo de los miembros vitalicios del Consejo de Seguridad de la ONU.

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  3. Y tú, estimado Íñigo, ¿qué opinas?

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