Lo sé, es la segunda entrada del día, y eso-no-se-hace-bajo-ningún-concepto. Pero tenía que hacerlo. Qué le haremos.
Y es que acabo de darme cuenta de que, en el fondo, estamos jodidos. "En la vida a veces se gana y otras se pierde". Me gusta esa frase. No es que esté siendo negativo, es que es lo que hay. Por tanto, lo único que importa es la actitud con la que nos enfrentamos a ello. La vida es así. Cuando racionalmente no puedes dar más explicación a lo que ha pasado, sólo te quedan dos alternativas: estirar de la manta y taparte hasta las orejas o abrigarte un poco y aguantar la tormenta. Y como tenemos que salir a la calle, hagamos de tripas corazón. Sonreír y saludar, dicen los pingüinos. ¡Vamos!